El Valle del Jerte, mucho más que cerezos: Un paraíso de saltos y gargantas
Publicado en 01. ene, 1970 por Sebastián Álvaro en General
Subiendo a Las Nogaleas
En la zona, existen dos travesías siguiendo el curso de dos gargantas que ofrecen varios saltos a lo largo de su recorrido: la de La Puria y la de Las Nogaleas. Las dos cuentan con una versión corta y otra extensa de la caminata. Si se carece de tiempo y uno se ve obligado a elegir un recorrido, Las Nogaleas sería la elección correcta, ya que por algo también recibe el nombre de la Ruta de las Cascadas. En esta excursión, si el visitante lo desea, pueden concurrir senderismo, baño, barranquismo y recesos en plena naturaleza con el agua como auténtico protagonista.
© Proporcionado por Guía Repsol
Barranquismo en el Jerte
El Jerte también es para aventureros.
En la localidad de Navaconcejo existe un aparcamiento habilitado para los visitantes que se acercan a Las Nogaleas. El recorrido largo –de unos seis kilómetros– permite disfrutar de siete cascadas; el corto, de cuatro kilómetros, abarca cuatro saltos, que tampoco está nada mal, especialmente si se realiza con niños o personas mayores, para los que puede resultar más difícil hacer frente al último tramo. La subida, que sigue el curso del agua a través de la montaña, es empinada; a ratos, pedregosa y a ratos, terrosa. Y pese a que los desniveles más pronunciados están bien señalizados con barandillas de madera o cuerda, la ladera resulta en algunas partes vertiginosa.
Sin embargo, las familias con niños son una constante a lo largo de Las Nogaleas. Puede deberse en gran parte a que casi todo el trayecto se hace bajo la bóveda que han ido formando las copas de los árboles que envuelven el camino y la existencia de fuentes naturales durante el ascenso. Pero lo más probable, es que una vez alcanzada la primera parada del camino –una cascada de varios metros de altura que cae blanca y casi vertical sobre la roca pulida de granito–, cualquiera se anime a continuar descubriendo cómo el torrente adopta formas imposibles para brincar encajado sobre las piedras o cómo se calma de repente en una poza cristalina para invitar a nadar al que sueñe con un descanso, como ocurre en el Charco del Paraíso, segunda parada en la Garganta de Las Nogaleas, donde en verano los que la visitan aprovechan para refrescarse.
© Proporcionado por Guía Repsol
Cascada de El Caozo con niños
Los niños disfrutan del entorno como nadie.
Otros excursionistas solo suben la sierra ondulante para desafiar algunos saltos de agua haciendo barranquismo. En la región se puede realizar este deporte de aventura en los barrancos de otras dos gargantas: Los Hoyos y Los Papúos. La bajada de Las Nogaleas puede hacerse por un camino alternativo: una pista medio asfaltada que resulta más cómoda y con las vistas de las colinas inundadas de cerezos y, al fondo, la Sierra de Gredos con sus picos nevados. Avanzada la primavera, la lavanda, el brezo o la retama estallan en el paisaje del monte impidiendo que el valle se lamente por la desaparición de las efímeras flores del cerezo.